Esta buena práctica es implementada por pequeños agricultores de diferentes municipios de la jurisdicción CAR en especial en cultivos de hortalizas. Los abonos fermentados son fertilizantes orgánicos producto de un proceso de descomposición de residuos de origen biológico (residuos orgánicos, estiércol, etc) por diversos microrganismos por lo general aeróbicos. Este proceso se realiza bajo condiciones controladas de temperatura, agua y oxígeno y dependiendo de estas condiciones se obtiene el abono en un periodo de 3 a 4 meses, el cual ayuda a mejorar las condiciones físicas, químicas y biológicas de los suelos aumentando la productividad de los cultivos.. |