El pasado 30 de noviembre se llevó a cabo en el municipio de Cota, Cundinamarca, una mesa de expertos sobre producción agroecológica.
El evento contó con la participación de representantes de la finca Cinderella, una iniciativa agroecológica ubicada en el municipio de Cota, y de la Fundación Talento 21, una organización que trabaja por la educación y la inclusión social de personas en condición de vulnerabilidad a través de la huerta Tamacha, ubicada en el municipio de Tenjo.
La mesa de expertos tuvo como objetivo conocer más sobre las experiencias de estas dos iniciativas, las cuales representan modelos de producción agroecológica sostenible.
Los participantes tuvieron la oportunidad de escuchar las experiencias de los expertos en producción agroecológica, quienes hablaron sobre los siguientes temas:

• Principios de la producción agroecológica
• Beneficios de la producción agroecológica
• Retos de la producción agroecológica

La finca Cinderella es un ejemplo de producción agroecológica sostenible. El señor Alfonso Hazar, su propietario, ha logrado desarrollar un sistema productivo que no requiere de energía eléctrica ni acueducto público. La energía eléctrica la genera a través de paneles solares y energía eólica. El agua la toma de agua lluvia y la transforma para poderla volver potable. La finca no genera ningún desperdicio (basura) ya que todo lo recicla y los desperdicios orgánicos los convierte en compost para sus cultivos.
Además, el señor Hazar siembra más de 30 productos agrícolas en los cuales no utiliza ningún pesticida ya que entre las plantas al mezclarlas unos controlan las bacterias, hongos y plagas que pueden atacarlas.

La huerta Tamacha es un proyecto de la Fundación Talento 21 que busca promover la producción agroecológica y la sostenibilidad. La huerta está ubicada en el municipio de Tenjo, Cundinamarca. Produce una variedad de alimentos, como verduras, frutas, hortalizas y hierbas aromáticas. Los cultivos se realizan de forma agroecológica, es decir, sin el uso de agroquímicos. La huerta Tamacha tiene varios beneficios ambientales. En primer lugar, ayuda a reducir la contaminación del aire y del agua. En segundo lugar, contribuye a la conservación de la biodiversidad. En tercer lugar, ayuda a mitigar el cambio climático.
La fundación Talento 21 promueve la huerta Tamacha como un modelo de producción sostenible que puede ser replicado en otras comunidades. El proyecto ha recibido reconocimientos nacionales e internacionales, por su contribución a la educación ambiental y a la construcción de una sociedad más sostenible.