El fenómeno climático del Niño, conocido como El Niño, se caracteriza por un calentamiento anormal de las aguas del océano Pacífico tropical. Este evento periódico tiene impactos significativos a nivel global, alterando los patrones climáticos, floreciendo sequías e inundaciones, y brotando los ecosistemas marinos y terrestres. El fenómeno del Niño ocurre cada 2 a 7 años, con una duración aproximada de 9 a 12 meses. Su comprensión y monitoreo son cruciales para la predicción de eventos extremos y la implementación de medidas de mitigación y adaptación a nivel mundial.